“En nuestro mundo perturbado,
practicar zazen significa volver a la verdadera dimensión del ser humano y reencontrar el equilibrio fundamental de nuestra existencia”.
Taisen Deshimaru (1914-1982)
Con la práctica regular de zazen se profundiza en la comprensión de la propia vida, y esta comprensión se refleja en todas las acciones cotidianas. Como en zazen nosotros podemos estar totalmente presentes en el instante, en la plenitud del aquí y ahora. Nuestra mente permanece tranquila, sin complicaciones, sin cálculos, sin miedos. El egoísmo disminuye y podemos seguir de una forma más natural el flujo del orden cósmico. También nuestra relación con los demás es más fácil, más transparente. La compasión se manifiesta y la sabiduría aparece. Podemos ir a lo esencial y la vida se vuelve simple. Zazen es la forma adulta de nuestra vida. Es la felicidad verdadera, es la auténtica libertad.